¿Cómo procesar tomates con sulfato de cobre?
Muchos agrónomos se enfrentan al problema de las enfermedades de las plantas, especialmente cuando se trata de tomates. Hay una gran cantidad de preparados fungicidas en el mercado, pero no todo el mundo prefiere usarlos en la lucha por la salud de los cultivos. Una de las mejores opciones es el sulfato de cobre, que tiene una gran demanda. Este líquido tiene una serie de ventajas y está destinado al tratamiento del tizón tardío. Hay una serie de reglas que se deben seguir para preparar el producto correctamente. A continuación se ofrece información básica sobre este fluido, sus características y métodos de uso.
¿Cuándo se necesita el procesamiento?
El sulfato de cobre protege contra el tizón tardío en los troncos; se forma a partir del sulfato de cobre, cuyos cristales se disuelven en agua. Esta sustancia se usa activamente durante el cultivo de varios cultivos, incluidos los tomates. Pueden procesar no solo una planta, sino también suelo, herramientas e invernaderos, si hablamos de un hongo. Los agrónomos utilizan sulfato de cobre contra los organismos que causan enfermedades.
Hay una serie de indicaciones para el uso de esta sustancia con las que debe familiarizarse. La principal tarea de este "medicamento" es eliminar y prevenir las enfermedades fúngicas en los tomates. El vitriolo se puede rociar en arbustos que se cultivan tanto al aire libre como en invernadero. La herramienta puede brindar protección durante 2 semanas, lo que también es una ventaja.
Sin embargo, es importante tener en cuenta las condiciones climáticas, ya que el líquido se usa con mayor frecuencia durante los veranos lluviosos.
La presencia de tizón tardío se evidencia por la aparición de manchas de color marrón oscuro y gris en el dorso de las hojas. Si nota una capa blanca en la planta de invernadero, significa que es hora de aplicar la sustancia. Como resultado del tizón tardío, los frutos no solo crecen con manchas en la piel, sino que también adquieren una forma irregular y también pueden comenzar a pudrirse. Aparecen signos típicos en la verdura, las hojas e incluso el tallo, luego las manchas comienzan a crecer, si no se trata la enfermedad.
La presencia de un problema está indicada por manchas de diferentes colores, es importante prestar atención al color de las hojas y las venas: si se vuelven amarillas o se secan y las frutas se vuelven feas, el arbusto muere. Es necesario lidiar con tales problemas tan pronto como aparezcan los primeros signos, por lo tanto, es extremadamente importante monitorear el estado de las plantas para ingresar a la pelea a tiempo.
Para comprender si vale la pena rociar la plantación con sulfato de cobre, debe saber si el suelo y la planta tienen suficiente cobre. Si las hojas jóvenes ya comenzaron a curvarse y los brotes crecen lentamente, no hay duda de que el cultivo carece de un oligoelemento, por lo tanto, su inmunidad se reduce y la intensidad de la formación de frutos se debilita.
Las principales ventajas de usar sulfato de cobre incluyen la eficiencia, ya que es capaz de destruir bacterias y hongos de manera rápida y eficiente. El sulfato de cobre pertenece a los medicamentos que son seguros: la sustancia no penetrará en el tejido, por lo que las frutas no se envenenan. Este líquido se puede usar constantemente, los microorganismos no pueden desarrollar inmunidad contra él, por lo que siempre funcionará. Su acción comienza después de un par de horas, y esto agrada.
En cuanto a los métodos de aplicación, son bastante sencillos, cualquiera puede preparar la solución si sigue las instrucciones.La herramienta se ofrece a un precio asequible, es una de las mejores opciones para combatir la enfermedad del tomate.
¿Cómo aplicar?
Los arbustos de tomate se pueden procesar de diferentes maneras, dependiendo del grado de daño a la planta. Sin embargo, hay una serie de reglas en las que se debe diluir el líquido, rociar o regar el cultivo.
Aplicación en seco
Para este método, es necesario tomar cristales de sulfato de cobre, no disolverlos, sino incrustarlos en el suelo para que el suelo esté saturado con la sustancia. Este procedimiento se lleva a cabo dos veces por década, de lo contrario, la tierra se envenenará con un oligoelemento. Solo se necesita un gramo de polvo por metro cuadrado, que se entierra en el otoño. Si el suelo es fértil y hay suficiente cobre en él, no se necesita una aplicación adicional.
La situación puede verse agravada por la alta acidez del suelo, por lo que, para empezar, se recomienda estudiar su composición para comprender cuál es el inconveniente. Este problema no ocurre en suelos podzólicos y en lugares ricos en humus.
Procesamiento de plantas
La solución se usa para rociar los arbustos de tomate si se han detectado enfermedades fúngicas o hay una deficiencia de cobre. Para preparar el líquido, debe tomar una solución de vitriolo al 0.01-0.05%, en la que las semillas de tomate se mantienen durante 15 minutos. Luego deben enjuagarse con agua corriente.
En cuanto a la pulverización de los arbustos, conviene hacerlo a las 3 semanas de plantar las plántulas, cuando apenas empiezan a aparecer los primeros ovarios. Si no se ha producido la floración, se debe posponer el tratamiento. Para este método, se utiliza líquido de Burdeos de 0,1-0,2%. Si el verano es lluvioso, la fumigación se repite cada semana y media. En ausencia de síntomas de la enfermedad, no se requiere tratamiento.
Tratamiento del suelo
Este método es necesario para desinfectar la tierra; requerirá una solución al 1%. Será necesario descontaminar los contenedores en los que se cultivan las plántulas y también se procesa el suelo. Se vierte alrededor de un litro de sulfato de cobre en cada hoyo donde se plantan los arbustos, esto debe hacerse un día antes de la siembra. En este caso, puede usar una solución al 2%, pero espere una semana antes de plantar.
La dosis debe depender de la gravedad de la enfermedad y de si va a tratar el suelo o el arbusto. Puede alimentar las plantas con sulfato de cobre antes de que aparezcan las frutas; esto proporcionará una cantidad suficiente de oligoelementos.
Para diluir los cristales, necesita agua regular, después de lo cual puede comenzar a regar.
Medidas de precaución
El compuesto de sulfato de cobre es un peligro para la salud humana, por lo tanto, se deben tomar precauciones de seguridad para protegerse de consecuencias desagradables. Si vas a diluir el líquido, asegúrate de tener guantes de goma gruesos y se recomienda que uses anteojos. Cuando se trata de cocinar y rociar, use mangas largas para proteger su piel de las quemaduras. Durante el trabajo, no coma ni beba agua ni fume.
Si el líquido entra en contacto con la piel expuesta o las membranas mucosas, enjuague con abundante agua corriente para evitar quemaduras. Vale la pena señalar que si se usa sulfato de cobre en cantidades razonables, la toxicidad en los tomates no se acumulará, pero si no se observan las proporciones, una sobredosis es inevitable.
Para pulverizar, se recomienda utilizar una botella de spray o un cepillo suave de cerdas largas. La composición se puede almacenar durante no más de 3 horas. Si después de procesar el líquido queda, debe verterse en un lugar seguro donde no dañe. La última pulverización de la planta debe realizarse una semana antes de la cosecha. Enjuague bien la fruta antes de comerla.
Si se excede la concentración de la solución, los tomates se quemarán, como lo demuestra el ennegrecimiento de las hojas. Los jardineros novatos pueden cometer el error de mezclar líquido con otros productos. El sulfato de cobre es incompatible con compuestos organofosforados y sustancias que se descomponen en álcalis. Mantenga la solución, como el polvo, fuera del alcance de los niños y las mascotas.
En lo que respecta a las condiciones de trabajo, existen algunas reglas con las que debe familiarizarse primero. El método de fumigación se realiza en tiempo seco, cuando no hay viento y no se esperan precipitaciones en los próximos días. Si ha disuelto los cristales, se recomienda utilizar el producto durante varias horas, después de lo cual quedará inutilizable.
Al preparar la solución, se recomienda utilizar agua calentada a 50 grados centígrados para que el polvo se disuelva bien. No puede hacer esto en un recipiente de metal; use un balde o tazón de plástico. Es mejor colar la solución antes de rociar para deshacerse de los cristales pequeños, ya que pueden obstruir la boquilla del rociador.
Esta información le ayudará a cultivar tomates sabrosos y saludables a la vez que los protege de enfermedades infecciosas y fúngicas. Basta observar las medidas de seguridad y diluir adecuadamente el líquido para obtener un resultado excelente.
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